Nos ilumina a todos. Y a todo. Lo lógico es vendecirlo cada día por lo que aporta a la vida en general.
¿Que comeríamos sin él? ¿Qué vida tendríamos? ¿Acaso nuestros huesos crecen sin la vitamina D que solo el sol activa? ¿A caso los animales o las plantas pueden prescindir de él?
Lo necesitamostodos, para la vida, tal y como la conocemos. Esto es una oviedad. Tanto es así que lo damos por sentado. Sin embargo los antiguos egípcios, sabían venerar al sol y dar gracias. En nuestro tiempo, las religiones dominantes creen que es un ser supremo el que lo creó y por tanto no necesita ser idolatrado. Pero, cuando alguien nos cede el paso, o nos abre una puerta, solemos decir gracias. ¿Por qué no devolver energía positiva al sol, de nuestro corazón?
-Vendito sea el sol y todo lo que ilumina y también todo lo que no alcanza a iluminar, pues hay corazones en la oscuridad que algún día la luz verán. Dános todo lo necesario para que la vida siga su curso. Y que tu luz no nos ciegue ni nos falte. Venditas las manos por las que fuiste creado y venditos los que se benefician de tu calor. Te agradecemos tu servicio desde el principio de los tiempos y que tu espíritu se vea recompensado al final.
¿que así sea, qué así sea, qué así sea!
Habelas Ainas...
