sábado, 6 de noviembre de 2010

Adviento

"El anillo o corona de ramas de árbol perenne decorado con velas era un símbolo en el norte de Europa mucho antes de la llegada del cristianismo, que al igual que con otras tradiciones acabó siendo integrado en su simbología. El círculo es un símbolo universal relacionado con el ciclo ininterrumpido de las estaciones, mientras que las hojas perennes y las velas encendidas significan la persistencia de la vida en mitad del duro y oscuro invierno. Algunas fuentes sugieren que la corona, reinterpretada como un símbolo cristiano, era de uso común en la Edad Media, mientra que otras consideran que no se estableció como tradición cristiana hasta el siglo XVI en Alemania. El uso como calendario previo al día de Navidad se atribuye ampliamente a Johann Hinrich Wichern (1808-1881), un pastor protestante alemán, pionero en el trabajo misionario entre los pobres de las ciudades. Era 1839, y los niños de una escuela que Wichern había fundado preguntaban a diario si el día de Navidad había llegado. El pastor construyó un anillo de madera, hecho con una vieja rueda de carreta, con diecinueve velas rojas pequeñas y cuatro velones blancos. Encendieron una vela pequeña cada día de la semana durante el adviento, y los domingos, una de las cuatro velas grandes."
Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Corona_de_adviento


Se me ha ocurrido rescatar esta tradición para el que la quiera practicar a la antigua usanza, antes del Cristianismo. Para ello nos haremos al monte antes de Samhain y recogemos ramitas de pino que atamos con cordón dorado para formar el círculo, que adornaremos con piñas pequeñas. Así tenemos un círculo verde de vida. Incrustamos cuatro recipientes a modo de porta velas, mejor si lo hacemos durante el trenzado. Las velas las pondría de distintos colores como por ejemplo, una naranja, simbolizando el sol, que encendería el mismo día de Samhain. Las velas se han de consumir por completo, así que no podemos dejar esto prendido y marchar porque es probable que se incendie la casa. El siguiente viernes para sábado y quizá todo el fin de semana, ardería una vela de la salud, de color rojo. A la semana siguiente la de color Verde para el amor. Y la última semana, justo antes del solsticio de invierno, ardería una azul o de color morado, depende de si buscamos suerte o desarrollo espiritual. Nada nos impide quemar en el centro, una quinta vela de color dorado. Para la prosperidad. Pero para eso también podemos utilizar piñas doradas que decoran el círculo trenzado.
Así pues desde Samhain hasta el Solsticio de invierno, estamos trabajando por nuestro hogar durante el primer mes del año celta.
¿Que os parece? Aún estamos a tiempo si las primeras dos velas las quemamos juntas.

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